Haití, isla pánico / José Luis Ruiz, David Mora Tavares, Daniel Aguilar, Carlos Loret de Mola.

Introducción, 9 -- La noche más larga de Haití / José Luis Ruiz, 15 -- Los haitianos saben llorar / David Aponte, 73 -- Haití, tan lejos Dios / Eduardo Mora Tavares, 113 --Haití, vivir la muerte / Daniel Aguilar, 135 -- Isla pánico / Carlos Loret de Mola, 143.

Pocas tragedias han sacudido al mundo entero como el reciente terremoto que literalmente destruyó a Haití, ya de por sí uno de los lugares más pobres del mundo. Hablar de Haití, antes de enero de 2010, era pensar en algo muy singular: fue la segunda nación del continente americano en conquistar su independencia (en 1804) de una potencia europea en este caso Francia, a manos de un grupo de esclavos de origen africano. No obstante, el país estuvo dominado siempre por feroces líderes y sanguinarios dictadores que lo depauperaron al grado de volverlo un sitio con un nivel de vida infrahumano. En esas circunstancias se presenta uno de los sismos más potentes de los últimos tiempos que termina por devastarlo. Su escasa infraestructura se hizo polvo, y debajo de ella quedaron atrapadas miles de personas que perdieron la vida. La cuantiosa ayuda internacional ha sido insuficiente ante la dimensión de la catástrofe. Entre los numerosos corresponsales de todo el mundo que acudieron a la isla a cubrir los acontecimientos destaca un decidido grupo de reporteros mexicanos: José Luis Ruiz, David Aponte, Daniel Aguilar y Carlos Loret de Mola, quienes entre las ruinas y en las condiciones más adversas #sin electricidad, con escasos alimentos y un desorden casi total hicieron una espléndida labor y ahora nos transmiten sus crónicas y reportajes que retratan con gran viveza una desgracia de dimensiones dantescas. A ellos se suma Eduardo Mora Tavares, quien desde México complementó estos trabajos. La tragedia de Haití es una tragedia para la humanidad. Haití, isla pánico plasma de manera extraordinaria una catástrofe mayúscula.