Julio Verne. B. Pérez Galdos / Difusora Cultural.

B. Pérez Galdos.

Julio Verne: Introducción, 7 -- I. Hijo de su tiempo, 11 -- II. ¿Prometes no viajar más que con la imaginación?, 15 -- III. Estreno de libertad en el París de 1848, 25 -- IV. Rodaje literario entre duelos y quebrantos, 31 -- V. Un género nuevo: la novela de la ciencia, 37 -- VI. Exigencias de una vocación, 45 -- VII. Un editor para un escritor o cómo nace un género literario, 59 -- IX. Viaje al centro de la tierra, 71 -- X. Un paseo del hombre del siglo XIX por el cosmo, 81 -- XI. La saga de la conquista de la tierra, 87 -- XII. Por las profundidades submarinas, 99 -- XIII. Perfil político de un novelista, 109 -- XIV. El último gran viaje, 115 -- XV. Robinsones tecnificados o la autopía del progreso, 121 -- XVI. Julio Verne, el hombre, 129 -- XVII. La realidad vivida y la intuida se tiñen de pesimismo, 139 -- Apéndice 1. La ciencia-ficción, un género literario en manos de científicos, 151 -- Apéndice 2. Los clásicos infantiles, lectura para adultos, 159 -- Apéndice 3. La ciencia como aventura hacia las alturas y hacia las profundidades, 167 -- Apéndice 4. Narraciones utópicas: entre la crítica capitalista y el optimismo socialista, 175 -- Apéndice 5. La mitología futurista: una nueva fe del hombre de hoy, 183 -- Apéndice 6. Las relaciones actuales entre la ciencia y el poder, 191 -- Julio Verne y su tiempo (cronología), 201.

B. Pérez Galdos: Introducción, 7 -- I. A nacer en Madrid, 9 -- II. Primeros años, primeras aficiones, 13 -- III. Los maestros y otros suscesos escolares, 25 -- IV. Un nuevo teatro para Las Palmas, 31 -- V. Aprendiz decidido de escritor, 37 -- VI. Una obra literaria para cerrar el período escolar, 47 -- VII. A Madrid, en busca de sus grandes novelas, 53 -- VIII. En el gran escenario, 57 -- IX. La temprana madurez, 73 -- X. Galdós, testigo personal de nuevas frustraciones, 85 -- XI. Cómo nacieron los episodios nacionales, 89 -- XII. Entre la creación y la polémica, 107 -- XIII. La vida y la historia como inspiración, 127 -- XIV. Galdós, dramaturgo, 143 -- Apéndice 1. Enfrentamiento de las dos Españas, 161 -- Apéndice 2. Madrid: nacimiento de una gran ciudad, 167 -- Apéndice 3. Las fuerzas armadas en la España del siglo XIX, 173 -- Apéndice 4. La España económica del siglo XIX, 189 -- Apéndice 5. España se transforma, 197 -- Apéndice 6. Galdós y la industria editorial española, 203 -- Apéndice 7. Renacimiento de la novela en el siglo XIX, 209 -- Galdós y su tiempo (cronología), 215.

Julio Verne: Se suele decir que Julio Verne se anticipó a su tiempo y eso no es rigurosamente cirto. Se dice también que creó una literatura de anticipación, lo que tampoco es rigurosamente exacto. y se dice que inició el género de la novela de ciencia ficción, lo que, igualmente, sólo responde en parte a la verdad. y menos ajustada a la verdad es aún la idea tan generalizada de que Julio Verne escribió una larga serie de novelas de aventuras para jóvenes, en las que su rica imaginación previó una serie de situaciones que después se han producido en la realidad. Verne supo captar la coyuntura social de los momentos decisivos de la historia europea que le tocó vivir y asimilar las partes y el conjunto de la revolución científica del siglo XIX. Este es el Verne que se arriesgó a contrariar el destino que su padre habia fijado a su vida, que soportó largamente la mordedura del frío y del hambre, que se pasó horas y horas leyendo obras científicas o conversando con los hombres de ciencia para fundamentar sus predicciones y para no tener que inventarse más que lo indispensable. Quizás no fue un gran literario, pero lo que sí se puede asegurar que fue un escritor documentado. Como Cronista de la ciencia, Julio Verne recoge y plasma en sus grandes novelas la eterna pretensión del hombre: dominar el Cosmos.

B. Pérez Galdós: Cuando Galdós llega a Madrid es sólo un joven dispuesto a estudiar leyes y más allá, muy imprecisamente todavía, la literatura se le muestra como un horizonte, aunque provocativo, todavía lejano e indeciso. El objeto fundamental de Benito Pérez Galdós fue llegar a ser abogado, ni más ni menos que lo que tantos españoles de su clase y de su edad estaban intentando al mismo tiempo. Ante los ojos cansados, pero todavía ávidos, de Galdós, España, una de sus dos grandes pasiones, decae vertiginosamente.