Santiago Ramón y Cajal. García Lorca / Difusora Cultural.

García Lorca.

Santiago Ramón y Cajal: Introducción, 7 -- I. Espaldarazo internacional a un investigador paciente, 9 -- II. Un niño díscolo, misterioso y retraído, 15 -- III. Ayerbe, Huesca y Robinson Crusoe, 29 -- IV. Nuevos aprendizajes, 39 -- V. Los inventos modernos, el amor y la revolución, 47 -- VI. Gimnasia, literatura y filosofía, 53 -- VII. La experiencia cubana, 65 -- VIII. Encuentro con el microscopio, 83 -- IX. Intermedio: tuberculosis, boda y cátedra, 89 -- X. Un científico moderno, 97 -- XI. En la plenitud, 115 -- XII. El prestigio del maestro, 127 -- XIII. Renacimiento de la ciencia en España, 139 -- XIV. Los estudios sobre la degeneración y la regeneración del sistema nervioso, 147 -- XV. La escuela de Cajal, 161 -- XVI. Los últimos pasos hacia la posteridad, 167 -- Apéndice 1. La penuria de la universidad española, 179 -- Apéndice 2. La polémica sobre la ciencia española, 187 -- Apéndice 3. Los grandes hitos de la ciencia histológica y el nacimiento de la citología, 195 -- Apéndice 4. Junta de aplicación de estudios, 203 -- Cajal y su tiempo (Cronología), 211.

García Lorca: Introducción, 7 -- I. Si muero, dejad el balcón abierto, 9 -- II. Un lugar y un tiempo para nacer, 13 -- III. Un niño con poca historia, 19 -- IV. Granada: al principio fue la música, 27 -- V. En abril de mi infancia yo cantaba, 35 -- VI. El descubrimiento de Castilla, 41 -- VII. La Residencia de Estudiantes, 49 -- VIII. Nace el escritor, 57 -- IX. Falla y García Lorca: una amistad creadora, 65 -- X. El poeta-pintor se universaliza, 75 -- XI. El Romancero gitano, monumento a la pena de una raza, 87 -- XII. Ganas de vivir sobre todo, 95 -- XIII. Poeta en Nueva York, 107 -- XIV. Madurez histórica de España y madurez literaria de Lorca, 117 -- XV. Perseguido por la gloria y por la muerte, 131 -- XVI. Espacio y tiempo en Lorca, 141 -- XVII. El poeta universal recuperado, 153 -- Apéndice 1. Cuatro temas Lorquianos -- Apéndice 2. La generación del 27, 181 -- Apéndice 3. El teatro español en el primer tercio del siglo XX. Autores y tendencias, 189 -- Apéndice 4. Los intelectuales españoles en los años treinta, 197 -- Lorca y su tiempo (Cronología), 205.

Santiago y Cajal: tuvo una vida ejemplar en todos los sentidos, ejemplar de conducta humana que alcanza las máximas cotas de plenitud al servicio de la comunidad. Todo ello sin estridencias, sin gestos, sin alardes, sin responsabilizar a nadie de las propias limitaciones ni de las ajenas deficiencias, y sin tener que agradecer a nadie especiales apoyos o facilidades. Su trayectoria humana y científica es, sin embargo, una crítica silenciosa al conformismo en las actitudes frente a la vida y en los comportamientos frente a la sociedad. Impresiona la naturalidad con que, sin montajes artificiales y sin campañas de imagen, se ganó un puesto de relieve universal en el campo de la ciencia.

García Lorca: hubo violencia, encono, estupidez en su muerte, pero quedó el balcón abierto, una ventana por la que, a pesar de los intentos varios y persistentes por entornar los postigos o echar las persianas, siguió entrando a raudales el aliento fresco, puro, juvenil y vitalista de la poesía y del teatro, de la verdad hecha metáfora y de la ficción hecha mensaje, de aquel Lorca que vivió presintiendo la muerte y murió estúpidamente un día de agosto, al alba, cuando los españoles se hallaban prendidos en la red de una guerra civil que tantos han querido explicar y que nadie ha sabido justificar.