Por órdenes superiores : relatos /
Segundo Imbert Brugal ; fotografía de la cubierta Luis Mañón, 1940 ; diagramación, manipulación digital y arte final: Amado Alexis Santana Chalas ; cuidado de edición, diseño gráfico y labor editorial Ylonka Nacidit-Perdomo ; impresión: Editoria Búho.
- Primera edición.
- Santo Domingo : Santuario, 2014.
- 172 páginas : ilustracioes, fotografías a blanco y negro ; 23 cm.
Contenido, 7 -- Cuando vino el yate, 11 -- Dos esferas de cristal, 19 -- Odalís Picúa, 25 -- El discurso de Jacinto, 39 -- El cartón de Pura, 55 -- Un infarto en francés, 67 -- Bienvenido y las metresas, 83 -- A seis horas de distancia, 93 -- La fiesta de quince años, 117 -- Después del bautizo, 133 -- El muchachito, 147 -- Jesús Walterior Rossi, 161
Enfrentados con traumas psicológicos y tragedias sociales, recurrimos como defensa a la negación y al olvido. Reprimimos memorias para seguir adelante sin la perturbación de un dolor perenne. Y se logra. Pero quedan carga y consecuencia del insulto. Un lastre que se arrastra por generaciones. Pero si recordamos, dispuestos a desgarrarnos con el enfrentamiento, podremos digerirlos. Es en este proceso de confrontación cuando se inicia la curación y se esfuman los fantasmas. Los dominicanos menores de sesenta años de edad apenas tienen un brumoso recuerdo, si es que lo tienen, de la sordidez y la maldad que fue dueña de la República Dominicana durante la dictadura trujillista, sin embargo, sufren las consecuencias de las mismas. Sin saberlo, están plantadas en su inconsciente colectivo. No es enigma ni casualidad la manera en que se desenvuelven nuestra sociedad, se comportan nuestras clases dirigentes, y actuamos entre nosotros. Con este sencillo libro de narraciones, amalgama de fantasías y realidades vividas, presente el autor traer al presente la tragedia de muchos personajes, que con demasiada frecuencia necesitamos o queremos olvidar. Intento abrir un agujero más en la muralla silenciosa de la amnesia colectiva. Asomados allí, podemos sentir algo de la maldad de entonces. Una provocación al miedo, un despojo, una catarsis. Aliviar el lastre reviviendo tragedias que no debemos olvidar.