Desde la desaparición de la dictadura trujillista, una de las dificultades que ha afectado a los partidos políticos dominicanos es el mantenimiento de su unidad interna. A los dos meses de haberse decapitado la tiranía, el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), formado en el exilio, envió una delegación para iniciar los trabajos de organización de esa entidad política, integrada por tres de sus más destacados dirigentes: Angel Miolán, Nicolás Silfa y Ramón Castillo.