Crecer siempre ha sido la forma verbal que condiciona la mejora de los ciudadanos en un contexto capitalista. Si hay crecimiento económico, hay mejoría de la sociedad; si hay crecimiento en las recaudaciones del Estado, hay más posibilidades de mejora de la inversión pública; si hay crecimiento en los indicadores sociales, pues sería evidente que la sociedad mejore.