Orientación educativa e intervención psico-pedagógica en República Dominicana /
Orientación educativa e intervención psicopedagógica en República Dominicana
Ingrid Bogaert de Amell ; diseño interior y portada Isabel Fiallo Cross.
- Segunda edición.
- Santo Domingo : Editora Taína, 2006.
- 116 páginas : ilustraciones, imagenes a blanco y negro ; 22 cm.
Dedicatoria, 3 -- Agradecimientos, 6 -- Presentación, 7 -- Introducción, 9 -- I. Conceptualización del área de intervención psico-pedagógica, 13 -- II. El orientador en el medio escolar, 23 -- III. Papel de maestros y padres en el proceso educativo y psicológico, 44 -- IV. Aspectos de un programa de orientación, 76 -- Caso #1, 86 -- Caso #2, 90 -- Caso #3, 94 -- Anexo, 99 -- Bibliografía, 113.
La presente obra parte de hechos significativos, ocurridos en nuestro país en el proceso de evolución de la Psicología y de la orientación, durante las tres últimas décadas. Presenta planteamientos teóricos que sirven de marco de referencia y permiten llegar a la concepción actual de orientación educativa y psicológica. Destaca la labor realizada hasta hoy, en el campo psico-pedagógico, y rinde homenaje a grandes pensadores como Piaget y Vygotski, al igual que a muchos otros a los que se hace referencia. De ellos toma lo que puede servir para dar respuesta a las exigencias que se derivan del propósito de elevar la efectividad de nuestra educación, definida por José Martí como la preparación del hombre para la vida. Presenta un programa de orientación que sirve de modelo y que debe ser puesto en marcha por el orientador del centro educativo, quien se ocupa de asesorar a los alumnos, docentes y padres, para que dicho programa se cumpla. Resalta la importancia de la orientación como medio de ayudar a los educandos a desarrollar al máximo sus potencialidades y adaptarse a los cambios que experimentan como seres humanos en desarrollo. El quehacer del orientador ofrece una perspectiva integradora, cuyo análisis es indispensable para comprender la práctica de la orientación educativa y psicológica en nuestro país. Debemos plantearnos la orientación como proyecto colectivo, que debe surgir y nutrirse de un proceso de reflexión compartida por parte de los profesionales que la ejercen, quienes deben comprometerse con acciones concretas que generen nuevos estilos en dicha práctica.